JYOTISH - Ciencia de la Luz
Un poco de historia...
Fue durante la era védica, situada aproximadamente en el III milenio a.C., cuando los Rishis, Sabios de la antigua India, escribieron los himnos que componen los Vedas. Es en este conjunto de los textos más sagrados de la India donde encontramos los Vedangas, tratados anexos escritos hacia el final de este período, un tratado de astronomía y astrología: el Jyotish. Su objetivo es iluminar el entendimiento humano con la ayuda de los astros en sus alegorías, simbolismos y mitologías.
Nada fue elegido al azar y encontraremos los mismos significados e interpretaciones de estas energías planetarias tanto en la India como en Grecia o en la Italia latina.
El momento de nuestro nacimiento no fue elegido al azar por nuestra alma. Las influencias planetarias en cada instante son indicadores excelentes del "equipo" con el que hemos venido a esta vida.
Esta sociedad, a menudo, es difícil de vivir para la mayoría de las almas. ¿Cuántos de nosotros nos sentimos obligados a torcernos, a agotarnos, simplemente para "encajar en el molde"? Pero, la mayoría de las veces, ese molde no está hecho para nosotros—puede ser demasiado grande, demasiado pequeño, demasiado limitado o simplemente inadecuado. Cuando forzamos a nuestra alma a encajar en un molde que no le corresponde, su única forma de expresarse es a través de un malestar general, que, si no se atiende a tiempo, puede convertirse en un punto de quiebre: agotamiento, enfermedad o sufrimiento emocional profundo.
La conciencia de saber para qué estamos hechos es una gran liberación. Nos da el derecho de dejar de buscar encajar en un molde inadecuado y empezar a buscar el nuestro. El Jyotish es una ventana abierta al contrato del alma, firmado antes de la encarnación. No se trata de determinismo ni de un destino escrito en piedra. Por el contrario, es como un GPS que nos guía hacia el mejor camino para el desarrollo de nuestra alma.
El destino de cada uno de nosotros está, en todo momento, en nuestras propias manos. El libre albedrío, el mejor maestro en este planeta, garantiza que ninguna elección esté predeterminada. Sin embargo, hay formas de reducir el "embudo" de probabilidades al observar el "equipo" con el que nacimos.
Eso es lo que ofrece el Jyotish.
Una lectura del contrato del alma ilumina lo que se eligió experimentar en esta vida. Las energías planetarias tienen características únicas y períodos de influencia específicos. El sistema solar, en constante movimiento a escala de vida humana, distribuye cada día la energía de estos cuerpos celestes en puntos específicos del cielo. Hace más de 3.000 años, los Rishis conectaron estos puntos celestiales con diferentes aspectos de la vida.
En términos astronómicos, el contrato del alma en el Jyotish corresponde al estado exacto del cielo en el momento de nuestro nacimiento. Por eso, al reservar una consulta, insisto en la importancia de conocer con precisión la hora de nacimiento. Los movimientos diarios de los planetas resuenan con las fortalezas y debilidades que nos fueron
otorgadas al nacer. Si bien no son deterministas, estos efectos pueden identificarse y anticiparse.
Cada día es diferente. A veces, nos despertamos de mal humor sin ninguna razón aparente, o nos sentimos ligeros y alegres sin explicación. Estas fluctuaciones pueden deberse a los tránsitos planetarios, pero también pueden ir mucho más allá. Vivir sin conciencia lleva el gran riesgo de no cumplir el propósito de nuestra alma.
El mundo necesita que cada persona alcance su máximo potencial para que se produzca un verdadero progreso.
¡Estoy convencido de que el determinismo no existe! Existe una infinidad de caminos posibles, y es el alma quien debe encontrar su sendero usando las herramientas que eligió. Algunos caminos nos llevarán por una ruta larga, mientras que otros serán como una autopista sin límites. Solo el alma, en su viaje hacia la liberación, sabe cuál es el camino que debe tomar. Por eso, la conciencia es tan importante.
El Jyotish puede ayudar en este sentido, ya que nos muestra las herramientas y oportunidades elegidas para esta encarnación.
